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Nancy Vázquez/El Nacional

Una ruptura amorosa puede ser devastadora,  pero no todo está perdido cuando es momento de decir adiós, a continuación te diremos cinco razones comunes por las cuales las relaciones terminan y cómo enfrentarlas de la manera más saludable:

1.- Ya no te ama tu pareja

Es de las razones  más comunes por las cual el miembro de una pareja se marcha de una relación y quizá es la razón más dura de afrontar porque implica un dolor profundo.

¿Cómo afrontarlo? Lo mejor es no tomárselo personal, todos podemos enamorarnos y dejar de estar enamorados, además lo más probable es que no desees estar con alguien que no te ama de forma profunda, lo mejor es cuidar tu corazón y tu persona para entender cómo están tus emociones.

2.- Son más amigos que pareja

Las parejas que iniciaron jóvenes su relación tienden a desarrollar vínculos de familiaridad, porque crecen juntos. A la larga el romance se vuelve hermandad y aunque las emociones estén ahí, el contacto físico se pierde.

¿Qué puedes hacer? Esta puede ser una de las razones más agradables para terminar, porque no hay nadie más y tampoco ‘se acabó el amor’, sin embargo, aunque la relación pueda ser cómoda en muchos aspectos, existe un vacío y una carencia que no pueden ser satisfechos al acabar el romance.

3.- Tu pareja se siente ignorada o poco valorada

Una relación que no se cuida, se marchita, sobre todo cuando el aprecio por tu pareja no es expresado y los vínculos entre ambos no se fomentan.

Lo mejor que puedes hacer es tomar la responsabilidad de lo que te corresponde, perdonarte las cosas que pudiste hacer y no hiciste, o todo aquello que de hecho no hayas hecho, se trata de dejar fluir el resentimiento y la ira para crear espacio para el crecimiento y la comprensión.

4.- Tu pareja conoció a alguien más

Esta debe ser una de las razones más dolorosas, pero también es mucho más fácil de asumir, sobre todo cuando la infidelidad es evidente. Aunque puedes recuperarte de un desliz, la verdad está ahí y habrá algo que no puede regresar, pues las parejas infieles, de manera habitual no buscan salvar la relación y esto incrementa los niveles de frustración y dolor en el otro.

5.- Ya no tienen nada en común

Aunque parece que puedes arreglarlo, la realidad es que al vivir dos vidas separadas, la pareja aprende a crecer sin el otro y aunque al principio no sea evidente, un día los intereses en común simplemente se han esfumado.

La mejor decisión es tomar la oportunidad para ser honesto contigo y pensar que quieres hacer con tu tiempo y tu vida, pese a lo duro que pueda ser la pérdida de una pareja, posiblemente hayas perdido interés en la relación y es momento de decir adiós.