Redacción/El Nacional
Colocados sobre un muro horizontal llamado plinto, componentes de concreto y un sistema de sujeción diseñado para conseguir una instalación milimétrica, comienzan a desplegarse los rieles de la línea 3 del metro provenientes desde Japón.
Las vías ya se encuentran en nuestro país para la consecución de la siguiente etapa de estas obras de construcción, y cada 24 metros se colocan estas vías de 1.38 toneladas cada pieza, bajo parámetros de soldadura muy detallados a fin de fijar las uniones de cada sección. En el tramo de Félix U. Gómez y Los Ángeles y la avenida Nogalar, se han colocado más de 170 metros lineales de rieles.
Estas estructuras de acero fueron traídas desde el continente asiático y transportadas en barco hasta el puerto de Altamira, Tamaulipas y desplazadas hacia nuestro Estado vía ferrocarril; posteriormente fueron trasladadas al pie de la obra en plataformas extendibles a fin de continuar las maniobras con grúas y su colocación en lo alto de los trabes o en la zona del viaducto subterráneo, al llegar a esta etapa.
Al montar los rieles sobre superficie de concreto permite que los elementos queden fijos y a pesar del movimiento de trenes, logrando sea mínima la variación de los elementos, absorbiendo la energía física y de impulso, lo que se traduce en una seguridad total en su estabilidad.
Las especificaciones de construcción y colocación de rieles son elevadas, por lo que se emplean equipos de medición calibrados con alta precisión para obtener los resultados de proyecto en la geometría de las vías, tanto en su altura, y distancia entre los elementos.
Estos estudios y procesos, se encuentran a cargo de la empresa Alstom Mexicana S.a de C.V, además de la coordinación en la supervisión por parte de especialistas del Instituto de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
La nivelación de las vías, su alineación y distancia final son tres conceptos básicos en el montaje de los mil 200 rieles de acero que se instalarán en los viaductos, colas de maniobra y trayectos para cambios de vías.
Una vez que los vagones entren en operaciones, el mantenimiento de los rieles se efectuará una manera mínima, con menores rendimientos que en las líneas 1 y 2, debido al menor nivel de desgastes, no obstante se realizan las supervisiones programadas en las vías bajo una bitácora muy estricta.
La distancia entre un riel y se logra mediante escantillones (una especie de troqueles apoyados en las paredes de la superestructura) que sirven para nivelar y alinear la vía con una precisión milimétrica.
La línea 3 del metro representa un 60 por ciento, los trabajos de montajes de vigas continúan en tramos del viaducto elevado, mientras que ultiman detalles para la conexión con la línea 2 del en su estación Zaragoza.