Un sismo de magnitud 5.7 remeció Puerto Rico en la madrugada del lunes, provocando pequeños deslaves, cortes en el suministro eléctrico y graves grietas en algunas viviendas.

Fue uno de los sismos más potentes registrados en el territorio estadunidense, donde ha temblando más de una semana.

Por el momento no se reportaron personas fallecidas.

El temblor se registró a las 06:32 horas justo al sur de la isla, a una profundidad relativamente escasa de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.

No hubo amenaza de tsunami, dijeron las autoridades.

En algunas partes de la isla se reportaron cortes de electricidad tras el temblor, dijo Ángel Vázquez, director de gestión de emergencias de Ponce, una ciudad del sur.

Según Vázquez, fue uno de los sismos más potentes registrados desde que la tierra comenzó a temblar el pasado 28 de diciembre y “duró mucho tiempo”.

Residentes de las localidades costeras del sur publicaron imágenes en internet de viviendas parcialmente derribadas y grandes rocas bloqueando carreteras, mientras las autoridades pedían calma.

La doctora Sindia Alvarado, que vive en Peñuelas, un municipio de esa región, dijo que se quedó petrificada y que toda su familia se despertó gritando.

En un hotel en la localidad de Guánica, en la costa suroeste de la isla, la gente entró en pánico al intentar huir en sus autos, pero unas piedras de grandes dimensiones ocupaban la única carretera hacia el norte, hacia la capital, San Juan, contó el abogado José Francisco Benítez.

Redacción/El Nacional