El operativo del gobierno transitorio de Bolivia para sacar combustibles de la planta de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Senkata, en El Alto, se convirtió en un enfrentamiento con los habitantes de esa ciudad que bloqueaban la estación, como consecuencia del cual tres personas murieron.
La justificación de las autoridades por las tres muertes a causa de disparos de arma de fuego es que los simpatizantes de Evo Morales que bloqueaban la planta trataron de dinamitar los muros de ésta, lo cual puso en riesgo a toda la ciudad, porque la concentración de hidrocarburos habría hecho volar varios kilómetros a la redonda.
Sin embargo, una vez más la falta de negociaciones es una constante en el gobierno de Jeanine Áñez. La precipitación en la encomienda de planes gubernamentales es tal, que apenas hace cinco días nombró al Ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora, quien dijo que negociaría para desbloquear la planta de Senkata.
Y hoy, a las 10:00 de la mañana, nombró a José Luis Rivero como presidente ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, es decir, encargado directo de Senkata, lo cual no evitó que a las dos horas ya se produjeran enfrentamientos en la planta entre policías, ejército y habitantes de El Alto.
La acción denota que no hubo una negociación de por medio. Teresa Zubieta, representante de la Defensoría del Pueblo, dio a conocer el número de muertos y heridos esta tarde, con lo cual las cifras suben a 26 y 737, respectivamente, durante las jornadas que han sucedido a la renuncia de Evo Morales.
Durante el operativo, la Policía Nacional y el Ejército de Bolivia sacaron unas 45 cisternas con combustible para abastecer a la capital boliviana, donde hoy se formaron largas filas de vehículos para cargar gasolina y llenar sus tanques de gas para cocinar.