Al menos cuatro personas murieron y otras seis resultaron heridas la noche de este domingo en un tiroteo registrado en una casa de la ciudad de Fresno, California.
La policía indicó que había al menos 35 personas en la casa, en una “reunión de familia”, cuando un sospechoso entró al patio trasero y abrió fuego.
Todo el mundo estaba viendo el futbol cuando el sospechoso llegó a la residencia, se escabulló al patio trasero y abrió fuego”, el jefe adjunto de la policía, Michael Reid, a periodistas en el lugar.
Tres personas murieron en el lugar, todos hombres de entre 25 y 30 años. Otro herido que estaba en condición crítica y fue trasladado al hospital, donde falleció”, añadió el oficial, explicando que las víctimas tenían rasgos asiáticos.
Las otras seis personas heridas están fuera de peligro.
Según este responsable, no se descarta que haya más de un sospechoso.
El autor o autores de los disparos se dieron a la fuga y la policía está rastreando el lugar, examinando las cámaras de vigilancia e interrogando a vecinos, que fueron quienes alertaron a la policía.
Por el momento no hay ningún detenido ni una descripción de los sospechosos.
El teniente Bill Dooley, portavoz de la policía, informó por su parte que los agentes “irán puerta a puerta, buscarán cámaras de vigilancia y testigos adicionales para reconstruir qué pasó esta noche”.
Tampoco se tienen indicios de que conocieran a las víctimas ni que se trate de un enfrentamiento de pandillas.
Se trata de al menos el segundo ataque mortal con armas de fuego este domingo en el sureste de Fresno, luego de que por la mañana un hombre de unos 20 años de edad murió baleado en una casa de la misma ciudad.
Estados Unidos ha sido escenario en los últimos años de tiroteos masivos, que han conmocionado a la opinión pública e impulsado el debate sobre la libre tenencia de armas de fuego.
Según el Gun Violence Archive, este año se registraron 370 tiroteos en Estados Unidos. Los dos anteriores al de la noche del domingo en California se produjeron en una residencia en San Diego y en una escuela en Santa Clarita, cerca de Los Ángeles.
Redacción/El Nacional