La Fiscalía de Distrito del Condado de Milwaukee (Wisconsin) acusó este miércoles de crimen de odio a Clifton Blackwell, de 61 años, por lanzarle ácido en el rostro a un ciudadano estadounidense de origen peruano.

Según un comunicado, los cargos presentados por el fiscal John Chisholm incluyen además lesión temeraria en primer grado y uso de arma peligrosa, que aumentarían la pena en el caso de que sea declarado culpable.

En los documentos presentados en la corte por los fiscales, se señala que la víctima, Mahud Villalaz, de 42 años, denunció que el atacante se le aproximó el viernes pasado en un restaurante y lo increpó por haber estacionado su automóvil demasiado cerca de una parada de autobuses.

Fue entonces que Blackwell le preguntó “¿por qué invaden mi país?” y “¿por qué no respetan nuestras leyes?”.

Villalaz dijo a la policía que movió el auto hacia otro lugar, pero Blackwell lo siguió gritándole “ilegal” y “vete, vete a tu país”.

En la discusión, según los documentos, Villalaz le gritó racista a Blackwell, y “todos llegamos desde algún lugar“, momento en el cual el agresor le arrojó presuntamente ácido de batería, que le provocó quemaduras de segundo grado en el rostro.

El ataque fue registrado por las cámaras de vigilancia del restaurante, lo que permitió que la policía identificara al agresor como una persona que vivía en las inmediaciones.

Al ser revisada la vivienda de Blackwell, que permanece detenido en la cárcel del Condado de Milwaukee, se encontraron cuatro botellas con ácido sulfúrico y dos botellas de un líquido corrosivo utilizado para desatascar cañerías.

Según información proporcionada por la familia de Blackwell a medios locales, el agresor es un veterano de la infantería de marina que sufriría trastornos post-traumáticos.

En la corte estatal figuran antecedentes de un procesamiento en el 2006, en el condado Rusk, de Wisconsin, por haber amenazado con un arma de fuego y mantenido detenidos durante varias horas a cuatro cazadores que Blackwell encontró en su propiedad.

En Wisconsin, el crimen de odio permite imponer un castigo extra de hasta cinco años a quien sea declarado culpable de atacar a una persona por su raza, religión, color, discapacidad, orientación sexual o nacionalidad.

Según informó la fiscalía, la lesión temeraria en primer grado se castiga con una pena máxima de 15 años y más 10 años de supervisión.

La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) “aplaudió” este miércoles la decisión del Fiscal de Distrito de acusar a Blackwell de crimen de odio.

Su presidente, Domingo García, declaró en un comunicado que la comunidad latina y otros grupos minoritarios “están bajo un creciente ataque en todo el país”, por lo que reclamó que se le aplique el máximo rigor de la ley al “racista autor de este crimen horrendo”.

Redacción/El Nacional