Rusia acusó este sábado a Estados Unidos de usar la guerra contra el terrorismo en Siria para traficar y contrabandear el petróleo sirio para su propio beneficio, cuyos ingresos ascienden a más 30 millones de dólares al mes.

El Ministerio de Defensa ruso aseguró que la reciente decisión de Estados Unidos de mantener un contingente en el este de Siria, para proteger los yacimientos de petróleo del Estado Islámico, tiene el objetivo de mantener bajo su control la extracción ilícita del petróleo sirio.

Lo que está haciendo ahora Washington -el capturar y el mantener bajo su control armado los campos petroleros en el este de Siria- es, de hecho, un saqueo a nivel internacional perpetrado por un Estado”, afirmó el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov.

Denunció que la razón de esta actividad ilegal de Estados Unidos en Siria no responde a los supuestos ideales de libertad y lemas contra el terrorismo proclamados por Washington y se centra en la extracción ilegal y el contrabando del petróleo sirio.

Según las imágenes aportadas por la Inteligencia Espacial del Ministerio de Defensa de Rusia, el petróleo ha sido extraído de manera activa y enviado en camiones cisterna para su procesamiento fuera de Siria antes y después de la derrota del Estado Islámico.

Protegidos por los militares estadounidenses y los agentes de las empresas militares privadas de Estados Unidos, los camiones cisterna cargados en los campos petroleros del este de Siria se envían de contrabando a otros Estados”, señaló Konashénkov.

De acuerdo con el Ministerio de Defensa, la extracción ilegal del crudo se lleva a cabo con equipos facilitados por las principales corporaciones occidentales, a pesar de todas las sanciones impuestas por Estados Unidos a Siria.

Los ingresos por el contrabando del petróleo sirio acaban en las cuentas de las empresas militares privadas estadounidenses y de los servicios secretos de Estados Unidos“, apuntó el portavoz militar ruso tras estimar que “las ganancias mensuales de este ‘negocio privado’ de las agencias federales norteamericanas exceden 30 millones de dólares“.

Konashénkov puntualizó que “no existe justificación legal alguna ni en el derecho internacional, ni en la legislación del propio Estados Unidos, para que los militares estadounidenses protejan los campos de gas y petróleo de Siria y de su pueblo“.

Redacción/El Nacional