El cadáver del bebé fue hallado en una de las orillas del río Besós, en la localidad barcelonesa de Sant Adrià del Besòs (noreste), informó la Policía catalana.
El bebé estaba siendo buscado desde el pasado martes, cuando el supuesto padre lo tiró a las aguas al ser sorprendido por algunas personas mientras se disponía a enterrar el cadáver y que alertaron a las autoridades de lo ocurrido.
Desde entonces, un amplio despliegue de bomberos, policías y personal de Salvamento Marítimo estuvo buscando el cuerpo, tanto en el río como en el mar, por si la corriente lo hubiera arrastrado, utilizando incluso un helicóptero.
Tras tirar el cuerpo del recién nacido, el joven se dirigió a una comisaría, donde confesó lo ocurrido y fue detenido.
Ayer, un juez ordenó su ingreso en un centro de internamiento de menores como medida cautelar, después de que la Fiscalía considerara los hechos como asesinato.
Durante las pesquisas, la policía encontró también una maleta con ropa manchada de sangre en el interior.
Las autoridades no han difundido detalles sobre los presuntos implicados (el padre y la madre del bebé) debido a que son menores y estar el caso sometido a investigación judicial, pero medios de comunicación locales avanzaron que el joven es de origen latinoamericano.
La pareja habría logrado esconder el embarazo a los familiares y el pequeño habría nacido en un hostal, donde los jóvenes habían reservado una habitación.
Al día siguiente del parto, los dos menores fueron a comprar unas hamburguesas y la joven regresó a su casa con su familia en Hospitalet de Llobregat, mientras que el padre se dirigió a la orilla del río, donde intentó enterrar al bebé envuelto en una manta, pero unos testigos le sorprendieron y entonces arrojó al recién nacido al río.
Redacción/El nacional
