El Ejército Mexicano con apoyo de los peritos ingresaron a el basurero de Tepecoacuilco, municipio del estado mexicano de Guerrero, para buscar pistas de los 43 estudiantes desaparecidos.
El vertedero donde las autoridades buscaron indicios permanecía desapercibido entre matorrales, casi a orillas del camino, cercano a la presa Valerio Trujano.
Según los reportes, es la primera ocasión que las autoridades buscan indicios en este vertedero.
Personas de la zona por la mañana indicaron que el operativo de vigilancia al exterior es mayor que durante la tarde, cuando solo trabaja la máquina pesada.
De acuerdo con la versión oficial del Gobierno de Peña Nieto, los estudiantes fueron interceptados por policías corruptos que los entregaron al crimen organizado, que los mató e incineró en el basurero del municipio de Cocula.
En los últimos días, un juez federal ha ordenado poner en libertad a 24 de los ex policías municipales aparentemente implicados en el caso.