El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien busca la reelección el próximo 21 de octubre, se vio envuelto ayer en un escándalo por el que tuvo que salir a disculparse y que podría costarle caro. La revista Time difundió una imagen del premier con la cara pintada de negro, lo que se conoce como brownface, en una fiesta de gala en una escuela privada en la primavera de 2001, en Vancouver.
“No lo debería haber hecho. Debería haberlo pensado mejor, no lo hice. Lo siento. Fue un error. Lo lamento profundamente. Lamento haberlo hecho. No importa el momento [en el que se hace público], es sobre algo que no debería haber hecho”, dijo en una improvisada conferencia de prensa en el avión donde viajaba por la campaña.
“En preparatoria también [me disfracé y puse maquillaje]. No lo debería haber hecho y lo reconozco. Es algo que no pensé que era racista por entonces, pero ahora veo que lo era. He trabajado toda mi vida para crear oportunidades, luchar contra el racismo y la desigualdad, intolerancia y discriminación.
“Pediré a los canadienses que me perdonen. Fue una estupidez haberlo hecho. Pero lo hice y pido perdón. Tomé esa decisión y asumo la responsabilidad. Siempre tomaré responsabilidad de mis errores pero trabajaré por los canadienses. Estoy enojado conmigo mismo. Su idea es construir un mundo menos intolerante, menos discriminatorio y menos racista”, dijo.
La imagen fue tomada en una gala de “Noches de Arabia”, en la que se muestra al premier, de entonces 29 años, disfrazado de Aladino, con un turbante y bata, con su cuello, cara y manos completamente pintados de negro. La fotografía aparece en el anuario 2000-2001 de la West Point Grey Academy, donde el premier fue profesor, de acuerdo con la publicación.