La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos solicito a gobiernos y a las empresas que administran redes sociales aunar medidas para detener los discursos de odio dirigidos contra etnias, religiones u otros colectivos, con el fin de prevenir crímenes como el ocurrido el pasado 3 de agosto en El Paso, Texas.
“Pedimos a las administradoras de redes sociales y a los gobiernos que trabajen juntos en el desarrollo de legislaciones que tengan en cuenta la base de los derechos humanos con el fin de disminuir los riesgos de nuevos crímenes de odio”, informo en rueda de prensa el portavoz de la oficina Rupert Colville.
El portavoz también expreso la preocupación de la agencia de las Naciones Unidas para los derechos humanos “por el incremento de ataques en Estados Unidos contra sinagogas, mezquitas, o el de un club nocturno de Orlando”.
“Condenamos el racismo, la xenofobia y la intolerancia en todas sus maneras, incluyendo el supremacismo blanco, y llamamos a todos los Gobiernos, entre ellos el de Estados Unidos, a que tomen medidas para erradicar la discriminación”, añadió Colville.
El sospechoso de la matanza de El Paso, en el que ocho de las 22 víctimas mortales fueron mexicanos, publicó un manifiesto en internet antes del ataque en el que defendía la necesidad de los “blancos” de detener la “invasión” de inmigrantes, especialmente la de los hispanos.
Ante las voces que acusan al presidente estadounidense Donald Trump de haber favorecido este tipo de discursos racistas, el portavoz Colville informo que “las autoridades tienen la responsabilidad de que sus acciones no contribuyen en ningún modo a estereotipos que conduzcan a discriminación o violencia”.
“Este tipo de mensajes pueden estigmatizar y deshumanizar minorías tales como migrantes, refugiados, mujeres, personas LGTBI, y hacer que algunas comunidades sean vulnerables a ataques, por lo que (las autoridades) deben asumir responsabilidades en este sentido”, añadió.