Nancy Vázquez / El Nacional
Dámaso López Núñez, el compadre de El Chapo es reconocido por su conocimiento sobre las prisiones de máxima seguridad
‘El Licenciado’, como es apodado se desempeñó como jefe en la Policía Judicial de Sinaloa, agente del Ministerio Público y subdirector de Seguridad y Custodio del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco en el mismo periodo en que Joaquín Guzmán Loera era interno.
Dámaso fue uno de los funcionarios que inició a vender privilegios para relajar la disciplina del penal de Puente Grande, además de que se encuentra libre y la Procuraduría General de la República se niega a informar si tiene o no alguna averiguación previa en curso o alguna orden de aprehensión.
Algunos de los privilegios incluían celulares hornos de microondas, alcohol, viagra, drogas y prostitutas que podían ‘hospedarse’ en las celdas hasta tres días seguidos si se celebraban fiestas de cumpleaños.
López Nuñes conocía el funcionamiento operativo y de corrupción del sistema penitenciario, además podía cubrir las ausencias del entonces director, Leonardo Beltrán Santana, de hecho, Dámaso participaba una vez a la semana en reuniones presididas por el director donde se abordaban decisiones trascendentes sobre los internos y el funcionamiento del reclusorio.
Unos meses antes de la fuga de ‘El Chapo’, ‘El Licenciado’ renunció a su cargo pero continuó visitando al capo para ajustar los últimos detalles de su salida, consta en documentos obtenidos; cuando el narco estuvo fuera, el cómplice se pasó al Cártel de Sinaloa y se convirtió en una pieza poderosa de la organización, específicamente ‘la mano derecha’.
