La Secretaría de Seguridad estatal informó que reforzará el operativo de vigilancia al finalizar el segundo encuentro de la Final de la Concachampios, esto ante los posibles festejos posteriores al evento.
Aldo Fasci Zuazua señaló que existe preocupación por la posibilidad de que se presente actos de violencia o vandalismo.
Por esta razón los acuerdos con las directivas de los Tigres y Rayados se mantendrán para evitarse promuevan las concentraciones de aficionados y las caravanas vehiculares.
Sin embargo, aseveró la imposibilidad legal de impedir que los seguidores se junten en cierto lugar para después trasladarse hacia el estadio de los Rayados, en el municipio de Guadalupe.
“Reunirse es un derecho constitucional que no podemos impedir ni violar. Lo que sí está prohibido es que agredan o provoquen a los contrarios, por lo que procederemos a disolver las caravanas”, precisó.
El esquema de seguridad previo, durante y al finalizar el partido de vuelta incluirá a dos mil 700 elementos entre policías estatales y municipales, y personal privado del estadio.