La cumbre celebrada en la isla Russky, a la que se accede cruzando un puente desde Valdivostok, reflejó el esfuerzo de Rusia para surgir como un participante esencial en el estancamiento nuclear de Corea del Norte, un papel que elevaría la posición mundial de Moscú y su ventaja en Washington.
Putin enfatizó que el líder norcoreano está listo para avanzar hacia un estatus libre de armas nucleares, pero sólo continuaría si recibe garantías sólidas. Sin embargo, no especificó a qué tipo de garantías se refería.
“Sobre todo, se enfocará en proteger los intereses y seguridad nacional”, aclaró el mandatario ruso.
Horas antes, Putin expresó confianza de que la visita “ayudará a entender mejor qué se debería hacer para solucionar la situación en la Península de Corea, lo que podemos hacer juntos y lo que puede hacer Rusia para respaldar los procesos positivos que están en marcha ahora mismo”.
El encuentro de Kim con Putin sigue a un año de intensa diplomacia que Corea del Norte espera que lo saque de las sanciones internacionales por su programa de armamento nuclear y misiles de largo alcance. Kim ya tuvo cuatro cumbres con el presidente chino Xi Jinping, tres con la presidenta surcoreana Moon Jae-on y dos con Trump.
Redacción/ El Nacional