El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, declaró este martes una emergencia pública por un brote de sarampión y ordenó la vacunación de algunas personas que podrían haber estado expuestas al virus.
Según la orden, todos los residentes de los vecindarios de Williamsburg, en Brooklyn, que no se han vacunado contra el sarampión y que podrían haber estado expuestos al virus, incluyendo niños mayores de seis meses, se deben de vacunar. Quienes no lo hagan podrían ser multados con hasta 1.000 dólares.
Esta semana, el municipio ordenó a las escuelas religiosas y programas de cuidado infantil de esa comunidad que no permitan el ingreso a estudiantes sin vacunas. Si no lo hacen, agregaron, podrían cerrar los centros.