cansancio

Agencias/ El Nacional

La jefa del Departamento Clínico de la Unidad de Medicina Familiar 178 del IMSS Jalisco detalló que este padecimiento es caracterizado por cansancio extremo que en promedio se prolonga por seis meses sin algún detonante aparente como un esfuerzo físico importante.

Añadió que en pacientes sumamente jóvenes puede relacionarse primordialmente a causas como uso y abuso de drogas, alimentación deficiente y enfermedades virales como hepatitis, tuberculosis o mononucleosis, así como otro tipo de procesos infecciosos.

Manifestó que las causas de este síndrome son variadas; sin embargo, existe detrás un importante desequilibrio emocional que básicamente se engloba en un trastorno de depresión.

Afirmó que un joven o adolescente puede verse inmerso en una depresión profunda de cara a las expectativas de su propia vida y con ello encontrarse en un estado de apatía y desánimo permanente que se traduce en fatiga crónica.

“Una depresión relacionada al entorno, a las expectativas del joven o del adolescente, se nos va a complicar entonces con lo social, y esto es más frecuente de lo que pensamos”, apuntó.

Rico expresó que es común ver a estudiantes que deliberadamente o de manera inconsciente no se alimentan de manera adecuada por priorizar otros aspectos en su día a día, lo cual también los conduce a estrés y desequilibrio físico y emocional.

“Una de las causas es que a veces abusamos de la energía, trabajamos o estudiamos de más y no nos alimentamos adecuadamente”, advirtió.

Aconsejó a los padres de familia estar atentos a estos cambios de ánimo en sus hijos, ya que la depresión asociada a la fatiga crónica, podría llevarlos incluso a deserción escolar o en el peor de los casos a tentativas suicidas.

Precisó que el tratamiento del síndrome de fatiga crónica debe ser multidisciplinario y contar con la intervención de diversas especialidades como medicina familiar, trabajo social, enfermería, nutrición, psicología, psiquiatría y rehabilitación (en caso de alguna afección músculo esquelética).

“Mientras a nivel mundial se presentan hasta 300 casos de síndrome de fatiga crónica por cada 100 mil habitantes, en México se estima un prevalencia de alrededor de 1%”, concluyó.