El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de Brasil, Jair Bolsonaro, formalizaron una alianza que promete marcar la política continental, con una ferviente condena al socialismo y varios acuerdos que podrían acercar a Brasil a organizaciones multilaterales, como la OTAN.
“Tuvimos una gran reunión hoy. Como le dije al Presidente Bolsonaro, también tengo la intención de designar a Brasil como un gran aliado no perteneciente a la OTAN o incluso, si empiezan a pensar en ello, tal vez como un aliado de la OTAN. Tengo que hablar con mucha gente, pero tal vez con un aliado de la OTAN, lo que hará avanzar mucho la seguridad y la cooperación entre nuestros países”, aseguró el presidente de Estados Unidos.
“Brasil y Estados Unidos están uno al lado del otro en sus esfuerzos por garantizar las libertades y respetar los estilos de vida familiares tradicionales, el respeto a Dios nuestro creador, en contra de la ideología de género o las actitudes políticamente correctas y en contra de las noticias falsas”, dijo Bolsonaro.
Trump y Bolsonaro se intercambian camisetas de fútbol con sus nombres y recordaron a jugadores como Pelé. Además de hacer gala de una afinidad que comparten con otros pocos líderes internacionales, y agitaron la amenaza de una posible intervención militar en Venezuela.
“Tenemos una oportunidad verdaderamente histórica de forjar lazos aún más fuertes entre nuestras dos grandes naciones”, dijo Trump en una conferencia de prensa con Jair Bolsonaro en la Casa Blanca.
La reunión venía precedida de una gran publicidad sobre su sintonía por parte de la Casa Blanca, cuyo asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, afirmó la semana pasada que, igual que al presidente brasileño le apodaron el “Trump de los trópicos”, el estadounidense es como el “Bolsonaro de América del Norte”. Trump quiso confirmar esa idea y destacó que ambos tienen “muchas opiniones similares”.