Mónica De Robles/ El Nacional
Es muy común que personas desde pequeños hasta el más grande de las familias, presente algún tipo de indicio de alergia al consumir alimentos que sin saber les puede causar malestares.
Las alergias alimentarias se producen cuando una persona reacciona de manera anómala si ingiere, inhala o entra en contacto con un alimento determinado. Es importante distinguir entre intolerancia alimentaria y alergias.
La diferencia entre ambas respuestas es que en el primer caso no se ve implicado el sistema inmunológico, al contrario de lo que ocurre en caso de ser alérgico. La respuesta del sistema ante el producto que produce alergia puede oscilar entre leve y grave.
Un estudio realizado por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México y Hablemosclaro.org, revela que más de 20% de los encuestados señaló que necesita una alimentación especial debido a que padece alguna enfermedad.
Las cuales son numerosas: 16% menciona diabetes, 13% colitis, 11% gastritis, 11% hipertensión y algunos más colesterol, hipotiroidismo y triglicéridos altos.
Uno de cada cinco mexicanos afirma que sufre algún tipo de alergia alimentaria; el 26 por ciento es a causa del consumo de frutas; el 21 por ciento por ingerir maricos y el 13 por ciento padece alguna alergia debido a la lactosa.
Los principales síntomas cuando se presenta una alergia alimentaria son erupciones, urticaria, lagrimeo, enrojecimiento, irritación nasal, asma, dolor abdominal, diarrea o vómitos.
También existen consecuencias más graves donde se puede presentar dificultad respiratoria, opresión torácica, palpitaciones y mareo.
El principal tratamiento para prevenir las reacciones por alergia a los alimentos es eliminar por completo de la dieta el producto.