Redacción/El Nacional
Tras los hechos ocurridos el 17 de julio del 2014, en donde el vuelo 17 de Malaysia Airlines tenía como trayecto entre Ámsterdam y Kuala Lumpur, familiares de las victimas conmemoraron el primer aniversario de la tragedia con una caravana hacia el lugar del accidente.
Se colocó una placa en Canberra, donde cayó la aeronave, fue inaugurada por el primer ministro Australiano, Tony Abbot.
Alrededor de 200 personas se concentraron en una iglesia para llevar a cabo una ceremonia de recuerdo de la tragedia.
Las personas llevaban consigo flores, entonaban canticos litúrgicos, se observaba banderas de los países con víctimas en el siniestro.
“Sabiamos que el lugar donde descansa el MH17 era sagrado y que una parte de él debía regresar a Australia”, mencionó Abbott. “Él sabía que era un acto humano y decente y lo hizo. Fue el contraste con la brutalidad que derribó el avión”, expresó.
Los países de Australia, Bélgica, Malasia, Holanda y Ucrania, piden al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que decrete una corte penal internacional para perseguir a los responsables de derribar el avión.