El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha asegurado que Washington sigue estudiando fórmulas para llevar la ayuda humanitaria a Venezuela, después de que las fuerzas chavistas impidieran de forma violenta el paso a los convoys el pasado fin de semana.
“En el próximo par de semanas esperamos empezar a tener avances reales sobre ese problema. Un gran problema”, comentó Pompeo a la prensa durante un viaje a Filipinas procedente de Vietnam.
Por su parte, el presidente Donald Trump pidió este jueves a las autoridades venezolanas que permitan la entrada de ayuda humanitaria estadounidense a su país porque “la gente se muere de hambre” y aseguró que “es difícil creer” que el Gobierno venezolano prohíba la entrada de provisiones.
“Los suministros están llegando un poco más. No es fácil. ¿Qué cambiaría si los dejara pasar?, excepto que es maravilloso para su gente”, dijo Trump en rueda de prensa en Hanói, al término de su cumbre de dos días con el líder norcoreano Kim Jong-un.
El mandatario estadounidense declaró que se están introduciendo esos suministros “en algunas ciudades y en algunas de las zonas más necesitadas, pero no es un trabajo fácil. Es muy difícil”.
Estados Unidos ha brindado más de 139 millones de dólares en asistencia al pueblo de Venezuela hasta el momento, según la Casa Blanca, y ha enviado en las últimas dos semanas cinco aeronaves de transporte militar con 400 toneladas de alimentos y medicinas a Colombia y Brasil.