Inspirándose en el caparazón de una tortuga, científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts resolvieron la manera para esconder una dosis de insulina dentro de una píldora del tamaño de un guisante creando así un dispositivo ingerible que es capaz de inyectar medicamentos desde el interior del estómago.
Hasta el momento, el nuevo invento sólo ha sido probado en animales, aunque se asegura que se han logrado buenos resultados.
“Es como un lanzador de cohetes en miniatura para la insulina”, declaró Willem Mulder, del Instituto de Imagenología Transnacional y Molecular Mount Sinaí, quien no estuvo involucrado en la nueva investigación.
Desde hace tiempo, los científicos se encuentran desarrollando la insulina oral para reemplazar aunque sea una de las inyecciones diarias que necesitan los pacientes diabéticos quienes prefieren el tratamiento oral, más hasta ahora no se había conseguido que el medicamento sobreviviera a la travesía a través del sistema digestivo.
Los científicos se inspiraron en la tortuga leopardo africana que puede enderezarse por sí sola es es volteada sobre su caparazón gracias a las curvas pronunciadas que tiene.
Los investigadores crearon una cápsula miniatura con una forma similar a la de la tortuga y un fondo con peso, para que cuando llegue al estómago automáticamente se gire en la dirección correcta para adherirse a la zona necesitada.