Julio Verne, ¿escritor o vidente?

Julio Verne nació en Nantes, Francia el 8 de febrero de 1828, eso ya lo sabías. Fue reconocido por desempeñarse en campo de la Literatura, como escritor, poeta y dramaturgo, eso también lo sabías. Pero si te dijera todo fue una cortina de humo para esconder sus poderes como vidente, ¿me creerías?.

La verdad es que son meras especulaciones, pero muchos creen que el famoso escritor predijo muchos inventos, tales como: armas de destrucción masiva, el helicóptero, el ascensor, y otros más novedosos.

• Internet

Así es, en un fragmento de la novela París en el siglo XX (1863), el escritor nos cuenta como una red internacional de comunicaciones, al que clasificó como un telégrafo mundial,  ayudaba a conectar a diferentes regiones para compartir información.

• Videochat

En uno de sus relatos, Verne nos habla del “fonotelefoto”, al que describía como un artefacto capaz de sostener “la transmisión de imágenes por espejos sensibles conectados con cables”, de nave a nave, durante vuelos espaciales.

• Submarino eléctrico

Cómo olvidar las aventuras del capitán Nemo a bordo del “Nautilus”, nave subacuática que Julio Verne crea para Veintemil leguas de viaje submarino (1870) la que quizá sea obra maestra.

• Aviones

Si bien no fue le objeto, sí la intención,  ya que en Cinco semanas en globo (1863) la máquina para volar eran los globos de vapor, pero  el científico Santos Dumont asegura que la obra fue una gran influencia para los avances de la aeronáutica.

• Viajes y conquista de la Luna

Para Verne nada era imposible, no había límites, no existían las fronteras. Claro ejemplo son Alrededor de la Luna (1870) y De la Tierra a la Luna (1895), ambas obras escritas a 100 años de que Neil Amstrong inmortalizara la frase “es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad”, previo a dar el primer paso en el satélite espacial.

Con esta breve reseña de artefactos creados en la mente de Julio Verne, sabemos que la imaginación viaja más allá de las reglas del espacio y el tiempo, y que no hay pequeños pasos que no puedan ser extraordinarios.

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