Un hombre de 55 años de edad declaró en un juicio que al intentar suicidarse, provocó una terrible explosión que mató a 21 personas que vivían en el mismo edificio que él.
El acusado reveló que fue el pasado 24 de junio cuando abrió el conducto del gas para quitarse la vida, sin imaginarse que terminaría ocasionando una gran explosión.
“Pido perdón a todos los residentes. Sé que soy el responsable. No fue mi intención”, dijo el hombre, que resultó herido de gravedad.
En total, 21 vecinos murieron y otros 30 se quedaron sin casa. Además, un hombre salió despedido hacia la calle y sufrió lesiones graves por las cuales hoy depende de la asistencia médica para vivir.