Ante la constante lucha por la demanda del presidente Donald Trump de extender el muro fronterizo ente los Estados Unidos y México: cualquiera sea el efecto del muro en la inmigración tendría un impacto en el medio ambiente de las zonas fronterizas.

Trump ha pedido un muro de 1,000 millas, que se extendería más allá de la tierra que incluye hábitats importantes para la vida silvestre.

Sin embargo, una política de Aduanas y Protección Fronteriza dice que la agencia “integrará las prácticas de administración ambiental y sostenibilidad en las operaciones y actividades”. Dichas leyes como la Ley de Especies en Peligro de Extinción podrían requerir que el gobierno produzca un análisis profundo del impacto ambiental que tendría dicho proyecto.

Los animales serían cortados.

Un muro extendido impediría el movimiento de muchas especies y pondría en peligro a las criaturas que ya están bajo presión.

El científico Aaron D. Flesch, dijo que no tenía dudas de que los humanos con una inventiva infinita podrían escalar una pared. Pero bloquearía muchas criaturas de cuatro patas.

Incluso algunas aves de bajo vuelo como el búho pigmeo ferruginoso podrían tener problemas. “Piensas que un pájaro simplemente va a volar sobre una pared, pero ese no es necesariamente el caso”, dijo el Dr. Flesch.

Los animales necesitan poder moverse, encontrar comida y compañeros, entre otras cosas. Un brote de fuego o enfermedad, o las presiones del cambio climático, pueden obligarlos a buscar nuevos hogares. Y los bolsillos del paisaje que les conviene pueden ser muy dispersos.

La Federación Nacional de Vida Silvestre también advirtió sobre problemas para las ovejas de borrego córneo del desierto y calificó la erección de un muro continuo como “uno de los mayores desastres ecológicos potenciales de nuestro tiempo”.