El origen

Existen diferentes versiones sobre el origen del pulque, la más conocida relata que esta bebida se descubrió en la mística ciudad de Tollan donde su gobernante, Quetzalcóatl o Ce Ácatl Topiltzin, es persuadido por Tezcatlipoca y otros dioses que pugnaban los sacrificios humanos, hecho que iba en contra del gobernante, de que beba pulque, después de ser embriagado, Quetzalcóatl abandona la ciudad debido a la vergüenza que sentía.

El Maguey

El metl, en náhuatl, mejor conocido como maguey o agave, considerado el “árbol de las maravillas”, fue de suma importancia dentro de la sociedad que se desarrollaba durante milenios en Mesoamérica y Oasisamérica, de tallo alto y hojas anchas y verdes, presenta espinas en la punta.

Entre las especies ideales para aprovechar la savia fresca y el aguamiel que ya fermentado se le conoce como pulque, podemos encontrar al Agave salmiana y Agave atrovirens.

La preparación

Para la realización de la “bebida de los Dioses” se extrae la savia de la planta, evitando previamente el crecimiento de su brote central cortando cuando el agave está maduro (lo cual tarda de 7 a 15 años), se raspa el corazón para que el líquido brote, durante los siguientes 6 meses fluye el aguamiel y se recolecta dos veces al día por un tlachiquero, el cual coloca un extremo del acocote en su boca para succionar el aguamiel y lo vierte en un cántaro de cerámica, en un barril de madera o en un cuero de borrego para ser transportado en su espalda.

Es el tinacal el lugar donde se fermenta el aguamiel, el líquido se coloca en recipientes limpios, comúnmente ollas de cerámica, en la época colonial podían contener un poco de pulque o semilla para el proceso bioquímico el cual dura dos días.

Recinto cultural en CDMX

El Museo del Pulque y las Pulquerías (MUPYP), llega a la CDMX para deleitar a todos los amantes de esta antigua bebida, en este recinto cultural se le dedicará espacio a la historia y proceso de elaboración del pulque.

Su inauguración está prevista para el 8 de febrero en el Ex Convento de San Hipólito (justo a la Iglesia de San Judas Tadeo), este recinto llega a la ciudad gracias al trabajo de la Asociación Nacional de Pulquerías Tradicionales (ANPT).

A parte de conocer la historia y su proceso, los visitantes podrán degustar diferentes tipos de pulques.

Redacción/El Nacional