Al tener relaciones sexuales el tamaño del pene debe acoplarse con el de la vagina, por lo que es conveniente que tu pareja se adapte a tus necesidades.

Regularmente escuchamos preguntas como: ¿El tamaño importa realmente? Sí, pero no se trata tanto de por qué importa el tamaño, sino de qué importancia tiene.

Cuando se trata de tener relaciones sexuales, los genitales deben encajar como piezas de rompecabezas. Si el hombre tiene un pené grande, debe emparejarse con una mujer que tenga una vagina que pueda acomodarse a su tamaño.

Es cierto que las vaginas son muy elásticas y pueden moldearse para adaptarse a la forma de lo que sea que se le coloque. No obstante, también tienen un ancho limitado y una profundidad.

Si una mujer tiene una vagina estrecha y más corta, estar con un hombre largo y ancho puede no ser la mejor opción. El desempeño sexual para este tipo de pareja no emparejada no será agradable para ninguno de los dos.

¿Más grande igual a mejor?

Más grande no siempre es mejor. No obstante, casi nunca se escucha a un hombre quejarse de que su pene es demasiado grande. Todo lo contrario.

1- Primero, cuando considera que la vagina promedio tiene solo 3 pulgadas de profundidad, un tipo de tamaño promedio sin duda podrá alcanzar su cuello uterino con su erección.

2- Incluso cuando una mujer está excitada, y su vagina se expande aproximadamente una pulgada más o menos, todavía no es tan profunda como para el hombre promedio.

Elige las posiciones correctas.

Deberán probar diferentes posiciones sexuales para ver cuál funciona mejor para ti y tu pareja.

Sin embargo, en general, es posible que desees evitar posiciones que impliquen una penetración profunda y elegir aquellas que permitan al otro controlar mejor el ángulo y la cantidad de empuje y penetración.

Usa lubricante.

El lubricante puede hacer mucho para facilitar las relaciones sexuales para las mujeres. De hecho, es imprescindible si coincide con un pene grande.

Existe una amplia variedad de lubricantes, desde finos y resbaladizos hasta más gruesos y viscosos.

Redacción/El Nacional