Redacción/El Nacional
La boda del príncipe Carlos Felipe de Suecia, fue despreciada por la realeza europea y no asistieron, se asegura que la razón es porque la novia Sofia Hellqvist no tiene buena reputación.
El apuesto y joven príncipe se enamoró nada más y nada menos que de una modelo de nombre Sofía Hellqvist, cuyo trabajo era quitarse la ropa y posar desnuda.
El pueblo sueco es de mente muy abierta, sin tantos prejuicios y estuvieron felices con el matrimonio, pero los representantes de las casas reales del resto de Europa no aceptan esos libertinajes, y no acudieron a la boda, que se realizó en Estocolmo y que fue una linda boda de cuento de hadas.