Tras el tiroteo en una sinagoga de Pensilvania este fin de semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió la pena de muerte para evitar este tipo de hechos, ya que considera que con la presencia de un guardia armado en el templo se hubiera podido evitar la tragedia.

“Deberíamos trabajar en reforzar las leyes relacionadas con la pena de muerte (…). Tantos incidentes, en iglesias… (los agresores) deberían pagar con el castigo último”, declaró el mandatario ante un grupo de periodistas.

Asimismo, Trump consideró que a pesar de las medidas de seguridad con las que contaba la sinagoga de la Congregación del Árbol de la Vida de Pittsburgh (Pensilvania), la presencia de un guardia armado habría podido evitar que se produjeran víctimas mortales “más allá” del agresor.

Respecto a endurecer las leyes sobre control de armas, el presidente sostuvo que no era el momento de hablar sobre el tema y aseguró que se trata de un problema que no sólo afecta a Estados Unidos.

“El mundo es violento. Es un mundo violento”, dijo, antes de conceder que es “una vergüenza” que este tipo de acontecimientos pasen “una y otra y otra vez”.

De acuerdo con las autoridades, un sospechoso fue detenido y se han registrado “varias muertes” y al menos seis heridos. Los medios locales apuntan a que podrían haber fallecido entre cuatro y ocho personas.

La cadena NBC señala que el detenido es Rob Bowers, de 46 años de edad, quien accedió al templo armado con un rifle semiautomático AR-15 y con varias pistolas, según relataron varios testigos.

Redacción/El Nacional