Hace dos semanas, la policía estadunidense dio a conocer que fueron encontrados los restos de los de 11 bebés en una funeraria cerrada en la ciudad de Detroit luego de una denuncia anónima, pero recientemente los restos de otros cuatro cuerpos cremados fueron hallados en el sótano de dicho lugar.
Los cadáveres se encontraban en bolsas de basura en un techo falso entre el primer y el segundo piso del edificio que había dejado de funcionar como funeraria desde abril.
El lugar fue cerrado después de que inspectores detectaron el manejo inadecuado de cuerpos en descomposición, tanto de adultos como de bebés.
Cuando se creía que el caso se había terminado, recientemente los restos de cuatro cuerpos cremados fueron encontrados en el sótano por trabajadores de la construcción.
Desde su clausura se han hallado un total de 38 cuerpos, según el portal Detroit News.
Según un informe policial, la funeraria Cantrell demoraba los funerales hasta recibir el pago completo por sus servicios. En una ocasión dos cuerpos embalsamados fueron guardados en el garaje, que no tenía refrigeración, asegurando a los inspectores que los cadáveres se quedarían allí hasta que los familiares pagaran. Uno de los cuerpos se encontraba en el garaje desde noviembre de 2017 y el otro, desde diciembre de ese mismo año.
En otro caso, Cantrell incineró un cuerpo en lugar de enterrarlo, ya que los familiares del fallecido no tenían suficiente dinero para pagarle.
