Tribunal de Moscú declaró estos jueves prisión preventiva para los futbolistas rusos, Alexandr Kokorin (Zenit) y Pável Mamáev (Krasnodar), detenidos después de protagonizar el lunes una brutal agresión contra dos funcionarios y un conductor.
Ambos jugadores permanecerán en prisión preventiva hasta el 8 de diciembre, según dictaminó María Sizintseva, la juez del tribunal Tverskói de la capital rusa, citada por medios locales.
Esa era la medida cautelar solicitada por la acusación, mientras la defensa ya adelantó que recurrirá el dictamen, al tiempo que expresó su esperanza en llegar a un acuerdo con los demandantes, aunque estos han rechazado tal posibilidad.
Kokorin y Mamáev han sido encerrados en virtud de la parte 2 del artículo 213 (gamberrismo) y 116 (agresión) del código penal, lo que puede acarrearles penas de hasta siete años de cárcel.
Según la policía, Kokorin “tomó parte activa” en los incidentes y si fuera puesto en libertad “podría continuar sus actividades delictivas”.
“Para empezar me gustaría disculparme por mi comportamiento indigno hacia (el funcionario del Ministerio de Comercio e Industria) Denis Pak. Me avergüenzo de lo que he hecho ante mis padres, el club y los aficionados. Reconozco que es algo inadmisible”, dijo durante la vista judicial.
Prometió hacer “todo lo posible” para “merecer el perdón”, y pidió a la juez que le dejara en libertad para “expiar su culpa”, pero la juez desoyó su propósito de enmienda.
En la misma línea, Mamáev se disculpó ante las víctimas de la agresión, calificó su comportamiento de “lamentable”, se mostró dispuesto a compensar los daños morales y materiales, y a entregar su pasaporte, pero eso no le salvó de ser encerrado en prisión.
La policía aseguró hoy que, después de estudiar detenidamente las imágenes de los vídeos de seguridad, la policía ha concluido que ambos futbolistas participaron en la agresión a dos funcionarios en un café y en la paliza propinada a un conductor en plena calle.
En los videos del interrogatorio de ambos futbolistas publicados por la policía se puede ver cómo Kokorin y Mamáev se niegan a admitir su culpa, mientras sus abogados acusan a las supuestas víctimas de provocar a sus clientes.