El gobierno de Estados Unidos negó esta semana el trámite a las parejas del mismo sexo de diplomáticos extranjeros y funcionarios de Naciones Unidas que residen en el país, a menos que estén casados.

Dicha medida entró en vigor este lunes y generó ya fuertes críticas, dado que el matrimonio homosexual sigue siendo ilegal en numerosas naciones.

En una circular remitida a la ONU, Estados Unidos explica que la decisión es parte de los cambios que la Administración ha venido llevando a cabo para adaptar sus políticas a la decisión del Tribunal Supremo que en 2015 legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Antes de la entrada en vigor de esta nueva ley, un diplomático solicitaba un visado de acompañante para su cónyuge del mismo sexo y el gobierno estadounidense solo pedía que fueran pareja.

En el caso de las parejas heterosexuales, la Administración estadounidense ya requería el matrimonio para este tipo de visados, conocidos como G-4.

Las parejas de hecho homosexuales que quieran mantener el visado que tienen actualmente, tendrán que presentar a las autoridades una prueba de matrimonio antes del 31 de diciembre, según explica la circular.