Redacción /El Nacional
Degustar es parte del viaje y el motivo por el cual se sueña en volver. Disfruta de este gran placer en tres destinos de México.
Mazatlán. Puras delicias a la orilla del Pacífico.
No hay mejor lugar de Mazatlán que… el Viejo Mazatlán. Hace algunos años remodelaron las calles del centro histórico y devolvieron al puerto ese esplendor de antaño. Este es de los pocos destinos donde se tiene todo: mar, historia, cultura, arquitectura colonial, vida nocturna y bohemia y, sobre todo, buena comida.
Ya sea en el Malecón, en la Plaza Machado y calles aledañas, el viajero encontrará una suculenta variedad de restaurantes y bares.
En el centro histórico de Mazatlán.
restaurantpedroylola.com y casagarcia.com.mx
– Oaxaca. ¡Ay, sandunga, mamá por Dios!
Julio es ideal para viajar a Oaxaca porque es el mes de la Guelaguetza, la gran fiesta de las ocho regiones del estado. Los eventos más importantes de las 70 actividades que se celebrarán en estos días son los llamados Lunes del Cerro (20 y 27 de julio). Además del color, la danza y la música de banda hay que añadir al viaje la exquisita gastronomía. Uno de los lugares imperdibles es “Zandunga”, un restaurante de comida istmeña (cocina de la región del Istmo de Tehuantepec). Prueba las garnachas, las costillitas de puerco horneadas en cazuela de barro con salsa de Chile ancho y trozos de piña, las tlayudas y los molotes.
Ofrecen una barra de diferentes mezcales y una carta de cervezas artesanales mexicanas. Brinda con los mezcales de la casa, las mezclas de magueyes cuishe con espadín y el tepeztate con espadín.
El ambiente es muy casual, con un toque moderno. Los muros están decorados con huipiles, las mesas están cubiertas de manteles de flores y destaca el uso de maderas, concreto y metal. No dejes de asistir a la Feria Internacional del Mezcal.
“Zandunga”. Sabor Istmeño
– Morelia, sazón michoacano y un buen mezcal
Tata Mezcalería presenta un concepto integral en donde los artesanos y productores michoacanos, además de la cocina mexicana, tienen un lugar especial. A partir de las 19:00 horas, el lugar trabaja a puerta cerrada, por lo que los comensales que llegan lo hacen por recomendación.
La carta incluye más de 150 tipos de mezcales y cocteles como el Pzipzi semiseco, elaborado con ingredientes como licor de higos morelianos.
Prueba las “corunditas a la naranja” acompañadas de queso cotija o el “Magret de Pato” servido con puré de ate de membrillo y calabaza.
De postre el pay de aguacate sobre una crema inglesa de mezcal, coulis de frutos rojos regionales y arándanos.
