La Secretaría de Medio Ambiente  y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), han aceptado que la muerte de 300 tortugas en las costas de Oaxaca representan una derrota para las instituciones responsables de cuidar el ecosistema.

El delegado de la Profepa, Nereo García, ofreció una declaración al respecto:

“Una tortuga es fuente de vida de una especia que, ahora por culpa de la mano del hombre, se encuentra en peligro de extinción. Ello evidencia que por cada nido de tortugas golfinas solo una de ellas regresa a su lugar de nacimiento para procrear y en este caso murieron 300. Lo que causa un gran¡n impacto, ya que son años de vida silvestre desperdiciada”, dijo el delegado.

Por su parte, el delegado de Semarnar, Ernesto Ruiz, aceptó que fue en Oaxaca el sitio en donde se reporto el ecocidio más alto de tortugas en la última década, muy por encima del ocurrido en Chiapas, en donde habían localizado 122 cadáveres de tortugas a la orilla del mar.

Redacción/El Nacional