Durante 15 minutos el papa Francisco se reunió con el presidente de Irlanda, Michael Higgins, en el “Aras An Uachatarain”, el palacio presidencial irlandés, donde planto un árbol en el jardín, como hizo Juan Pablo ll en 1979.

El papa llega a una Irlanda donde la herida por los abusos a menores por parte de la Iglesia durante décadas no se ha cerrado aún y después de la publicación en Pensilvania (Estados Unidos) de un nuevo devastador informe sobre violencia sexual a cerca mil menores por parte de 300 sacerdotes.

Tras un intercambio de regalos, el papa Francisco le entrego a Higgins un medallón realizado para este viaje con la imagen de San Patricio.

El pontífice argentino firmó el libro de honor del palacio presidencial donde expresó su “gratitud” por la “cálida bienvenida” y aseguró al pueblo de Irlanda “oraciones para que Dios Todopoderoso los guíe y los proteja a todos”.