Decenas de ancianos surcoreanos cruzaron la militarizada frontera con Corea del Norte el lunes para participar en emotivos reencuentros con familiares de los que se separaron durante la guerra.
El evento de una semana organizado en el balneario norcoreano de Diamond Mountain coincide con el intento de las dos naciones rivales para impulsar los esfuerzos de reconciliación en medio de una ofensiva diplomática que busca resolver el enfrentamiento derivado del programa de armas nucleares de Pyongyang, con las que podría atacar el territorio continental de Estados Unidos.
Las reuniones temporales son muy emotivas ya que la mayoría de los participantes son ancianos que desean de ver a sus parientes una vez más antes de morir. La mayoría de las familias se separaron durante la Guerra de Corea (1950-1953), que terminó con un alto el fuego, no un armisticio, y dejó a las dos naciones técnicamente en estado de guerra.