Valeria Gonzalez /El Nacional
La magnífica cama chapada en oro del faraón Tutankamón, descubierta hace un siglo, se exhibirá en un nuevo megamuseo en Egipto, pero más de una década más tarde de lo previsto debido a la falta de fondos.
El lecho de 3.300 años, nunca antes expuesto al público, se verá junto a otras 4.500 piezas del tesoro de Tutankamón, descubierto en 1922 en el Valle de los Reyes de Luxor, así como la máscara mortuoria del faraón, hecha de oro macizo de 11 kg con incrustaciones de lapis-lazuli y de piedras semipreciosas.
Sin embargo, casi diez años después del lanzamiento del proyecto, el museo de 47 hectáreas, que acogerá cerca de 100.000 antigüedades, está lejos de estar terminado por la falta de financiación y la inestabilidad política desencadenada desde 2011.
La inauguración del museo, que estaba prevista para 2015, se aplazó para 2022, según los responsables.
La momia del Tutankamón, que murió a los 19 años en 1324 a.C. después de haber reinado durante 9 años, permanecerá sin embargo en su tumba, en el Alto Egipto, debido a su extrema fragilidad.
‘Puñalada’
La construcción de la “nueva casa” de Tutankamón permitirá además desatascar el mítico Museo del Cairo, que acoge en pleno centro de la capital los tesoros del antiguo Egipto.
“Es un verdadero almacén. Es sombrío y las miles de piezas expuestas están como abandonadas“, manifestó indignado el arqueólogo de renombre y exministro de Antigüedades Zahi Hawass, en referencia a este museo que alberga cerca de 163.000 antigüedades, de las cuales más de 100.000 están en sus reservas.
El exministro de Cultura Faruk Hosny afirmó que tuvo la idea del nuevo museo después de una visita a París, durante la cual un experto se mofó del “almacén” en el que se ha convertido el Museo del Cairo.
“Fue como una puñalada en el corazón. En ese momento pensé en construir un museo grandioso cerca de las pirámides” de Giza, recordó Hosny.
‘Nunca abierto’
Con el retraso acumulado, los costes aumentaron exponencialmente y el presupuesto inicial de 800 millones de dólares pasó a 1.100 millones de dólares (972 millones de euros), afirmó el ministro de Antigüedades Mamduh al Damaty.
El proyecto, que contaba con un préstamo de Japón de 340 millones de dólares, prevé recibir una nueva ayuda nipona de 400 millones de dólares.
Las violencias que sacuden Egipto desde 2011, supusieron un duro golpe al turismo. En 2014, sólo 9,9 millones de turistas visitaron Egipto, frente a los cerca de 15 millones en 2010.
A pesar de ello, el gobierno concedió 284 millones de libras egipcias al proyecto (32 millones de euros – 35 millones de dólares). Y para atraer las donaciones, Damaty apuesta por una preapertura en mayo de 2018.
Pero Hawass se mostró escéptico, recordando que las autoridades se enfrentan a grandes desafíos económicos, como destinar esos fondos a la población.
“Este museo nunca estará abierto“, aseguró Hawass, anteriormente criticado por su gestión en el ministerio.
Para algunos turistas es inconcebible imaginar el tesoro de Tutankamón en otro lugar que no sea el Museo del Cairo.
“Este antiguo lugar es mágico”, exclamó Alejandro Russo, un turista argentino. “Es la segunda tumba de Tutankamón.