Johan un niño de apenas 1 año originario de Honduras, se presentó ante la corte de Phoenix, Arizona,  esperando una hora para ver al juez John W.Richardson, luego de haber sido separado de sus padres.

El abogado dijo al magistrado que el padre del menor había llevado a los Estados Unidos y fueron separados. El padre se encuentra en Honduras después de que lo deportaran con el engaño de que podría llevarse a su hijo.

Johan llegó con una camisa verde. Bebida leche de una botella y jugaba con una pequeña bola que se iluminaba.

El relato de la agencia indicaba que el juez de inmigración apenas pudo contener su malestar con la situación luego de cuestionar si Johan entendía el proceso.

“Me avergüenza hacer la pregunta, porque desconozco a quién se la explicarían, a menos que crean que un niño de un año puede aprender la ley de inmigración”, manifestó el juez Richardson al abogado.

El menor tenía puestos sus zapatos, pero después se quedó solo con los calcetines durante la espera para ver al juez.

El menor está bajo la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos en Arizona.

El niño es uno de los centenares de menores que necesitan ser reunidos con sus padres después que los separaron en la frontera.