Cientos de niños centroamericanos han sido detenidos en la frontera sur de Estados Unidos y separados de sus padres desde el pasado octubre, denunció hoy la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La portavoz de la Oficina , Ravina Shamdasani, explicó que el vecino país, cambió su política en enero del 2017 al asumir la presidencia Donald Trump y comenzó a implementar una política de “cero tolerancia” con los inmigrantes indocumentados que pasa por “quitarles sus hijos”.

También comentó que los derechos de los niños siempre debe ser prioridad y estar por encima de cualquier política migratoria, y aprovechó para pedir a la administración estadunidense que “deje de criminalizar a los inmigrantes”, y que comience a ayudarles.

Sostuvo que la Oficina aboga por soluciones administrativas para los inmigrantes indocumentados “y que busquen alternativas a la custodia de los niños”.

Actualmente, los adultos son detenidos y encarcelados, y los niños retenidos en centros de internamiento para refugiados.

Una vez cumplida la sentencia de los padres, los hijos aveces son deportados junto con ellos o a veces permanecen, en función del caso.

Por otra parte, William Spindler, portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), añadió que proteger la unidad de la familia es un derecho fundamental de los refugiados, la unidad de la familia es sacrosanta y siempre debería ser preservada en el interés de los niños y de la sociedad como un todo”.

A su vez recordó que Honduras, Guatemala y El Salvador experimentan altos niveles de violencia ” y los niños son a menudo el objetivo de esta violencia”. y recordó que la detención debería ser siempre “la última opción”.

Redacción/ El Nacional