Edgar Martínez/ El Nacional
Con un doblete del galés Gareth Bale y un tanto más del francés Karim Benzema, el Real Madrid se consagró por tercera vez consecutiva en una UEFA Champions League, derrotando 3-1 al Liverpool y ser nuevamente el campeón del torneo a nivel de clubes más importante de Europa.
El partido tuvo de todo, desde tintes dramáticos hasta errores y genialidades, siendo los merengues los que aprovecharon los regalos del guardameta alemán Karius, sin embargo, tuvieron que pasar muchas circunstancias para que eso sucediera.
El primer tiempo fue muy accidentado y sin tantas llegadas, siendo las lesiones de Mohamed Salah por parte del Liverpool y Dani Carvajal del Real Madrid, lo que más sobresalió de los primeros 45 minutos.
El egipcio salió del terreno de juego tras una dura caída propinada por el español Sergio Ramos, doliéndose de su hombro izquierdo y no pudiendo continuar en el partido, esto al 30’. Quitándole al Liverpool no solo el dominio del juego sino la pieza clave del sistema dirigido por Jürgen Klopp, pues su máximo referente salía en lágrimas de la cancha.
No obstante, cinco minutos más tarde sería Carvajal el que se tendería en el césped doliéndose de su pierna luego de una corrida en la lateral lesionándose solo, saliendo de cambio al 36’ y entre lágrimas decía adiós al partido.
Previo al entretiempo, los madrileños daban una muestra de lo que podían hacer aprovechando al baja de Salah, siendo Karim Benzema quien anotó un gol en fuera de lugar tras un cabezazo al poste de Cristiano Ronaldo, ahogando el grito en la afición merengue en las gradas, esto al 42’.
Para el complemento los equipos reaccionarían pues sabían que era todo o nada si querían enriquecer aún más su historia en Europa. Y es que desde los primeros minutos los cartones se moverían para ambos lados.
Al 50’, Karius regalaba prácticamente el primer gol a los blancos cuando, pues el guardameta del Liverpool en su intento de despejar el balón no se percató de la presencia de Benzema, quien solamente le bastó con poner la punta de su pie para cambiar de dirección la redonda e incrustarla dentro de la meta inglesa, haciendo el 1-0 y el primer gol del galo en finales de Champions.
Sin Salah, perdiendo el partido y con nerviosismo en algunos futbolistas, Klopp y compañía tenían todo en su contra pero Sadio Mané se encargó de aplacar eso por un momento; el senegales cabeceó un buen balón peinado en un córner para emparejar el duelo cinco minutos después del tanto madrileño.
Ese cambio de ritmo que el Liverpool imponía tras el empate inquietó un poco a Zidane, que no la pensó más y metió a la cancha a Bale, sin saber que sería el héroe de la eliminatoria.
Al galés le bastaron solo tres minutos para hacer la diferencia en el cotejo, anotando el mejor gol en la campaña de esta Champions League. Una chilena fenomenal en el área chica luego de un buen servicio de Marcelo fue la que Bale incrustó en el arco de Karius, quien con su buen vuelo no pudo hacer nada.
La posesión del balón y el momento anímico ya eran de los españoles, pero sabían que no deberían de regalar espacios pues la velocidad de los ingleses era la única salvación en su intento de volver a empatar el marcador.
Mané al 69’ asustó la meta de Keylor Navas en un remate a la base del poste derecho pero al suerte estaba del otro lado. Las faltas y el tiempo cortado en el medio campo hacía que el encuentro se estancara mucho. No obstante, fue hasta el 82’ que Bale apareció con un disparo de larga distancia el cual nuevamente volvió a ser mal atajado por Karius.
El cancerbero bávaro midió mal ese tiro del galés y al momento de atajar se le escurrió de sus manos para regalar el 3-1 lapidario para el Liverpool, quien ya no se levantó de ello, pues a pesar de querer dar la cara los últimos instantes no fue lo suficiente.
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