Redacción/ El Nacional

 

Según informes, la ahora occisa identificada como Naomi Musenga, pidió auxilio a una operadora del Samu, servicio de urgencia, en Francia, sin embargo fue ignorada por la operadora quien le recomendó llamar a otra entidad.

“Me duele la panza”, “Me duele todo”, “Me voy a morir”, dice la mujer. “Algún día se va a morir”, le responde la operadora. “Va a morir como todos”, se escucha que bromea junto a una colega.

Horas más tarde, la víctima consigue que el Samu tome enserio su llamado de socorro, pero ya es demasiado tarde, ya que al llegar al hospital, falleció de un infarto.

Los hechos ocurrieron el pasado 29 de diciembre, pero los detalles fueron dados a conocer hasta ahora por las autoridades quienes difundieron que la autopsia reveló que la joven murió de un “fallo multivisceral con un choque hemorrágico”.

Ante esta situación, la ministra de Salud, Agnès Buzyn, aseguró sentirse “profundamente indignada” y anunció que una investigación de la Inspección General de los Asuntos Sociales se estaba llevando a cabo sobre “estas graves disfunciones” para que la familia de la víctima “obtenga todas las informaciones”.

Trascendió que la operadora responsable de haber atendido la llamada de Musenga, fue provisoriamente suspendida, según informes de la dirección de Hospitales Universitarios de Estrasburgo.