Redacción/El Nacional

Bajo el mandato del Arzobispado de Paraná Juan Alberto Puigarri, en Argentina, se prohibirá que los sacerdotes tengan contacto físico con los menores, compartir habitación de hotel o cualquier otro sitio. Si viajan en auto deberán hacerlo en presencia de otro adulto.

Además establece que cuando escuchen sus confesiones deberán dejar la puerta de la sacristía abierta. Todo esto debido a medidas para solucionar los sucesos de pedofilia que se han registrado en dicha arquidiócesis.

El contacto físico también está terminantemente prohibido, y si “es el menor o el adulto vulnerable quien inicia gestos como un abrazo, la respuesta debe ser sobria, breve y apropiada, y siempre en lugares públicos y delante de otras personas”, dijo la abogada María Inés Franck, miembro de la Comisión Arquidiocesana para la Protección de los Menores.