Redacción/El Nacional

Seguramente piensas que tus senos terminan de cambiar después de la pubertad, pero resulta que los pechos están en constante cambio a medida que una mujer envejece.

Los cuerpos de cada mujer son diferentes, así que algunos cambios podrían nunca ocurrirte.

Los pezones y areolas aumentan de tamaño

Después del embarazo y la lactancia, las areolas y los pezones pueden hacerse más anchos. Es normal que los pechos en general aumenten de tamaño durante estos cambios hormonales, pero aunque éstos regresan a su tamaño original después de la lactancia, los pezones y areolas usualmente no lo hacen.

Tus areolas presentan bultos

Hay mujeres que notan pequeñas bolitas en las areolas a medida que pasan los años, especialmente durante y después del embarazo. Estas bolitas se llaman glándulas Montgomery y crean secreciones grasas para mantener la humedad en el pezón. Típicamente son normales y no sugieren ningún problema médico.

Vello en los pezones

Los pezones con vello son comunes a los 20s y 30s. De hecho, el vello se vuelve más grueso y oscuro en esa etapa gracias a cambios hormonales. Esto afecta principalmente a mujeres con Síndrome de Ovario Poliquístico.

Ambos se ven diferentes

Después de la lactancia, es común que tus senos se vean diferentes. Por alguna extraña razón, el seno izquierdo se llega a ver un poco más grande. Esto sucede porque las mujeres tienden a ofrecer ese seno a sus bebés por comodidad y practicidad.