Reyna Briseño/El Nacional.
Cuba descartó este viernes la legalización del consumo de marihuana, la que reconoce como una droga dura, capaz de transformar notablemente el comportamiento humano y descalificó a los que en el mundo abogan por su liberalización.
La marihuana es una droga dura que se incluye junto al alcohol y otras, entre las primeras sustancias psicoactivas capaces de transformar notablemente el comportamiento humano, dijo Ricardo González, presidente de la Comisión Nacional de Etica Médica al diario oficial Granma.
Con más de 30 años de experiencia en el tratamiento de adictos en el hospital psiquiátrico de La Habana, González, considerado una autoridad en la materia en la isla, descalificó a los que abogan por su legalización.
Quienes proponen la legalización, no pueden, por su perfil profesional, valorar la repercusión en el hogar, laboral y comunitaria de los efectos cerebrales de esta droga, al bloquear el cerebro racional y liberar las estructuras y funciones más primitivas, dijo.
La legalización de la marihuana en Uruguay en diciembre de 2013 tuvo un impacto sobre Cuba, donde el entonces presidente José Mujica, ex guerrillero y gobernante de izquierda, goza de gran popularidad.
Hay hoy suficientes informaciones científicas actualizadas sobre el desencadenamiento de esquizofrenia, deterioro cognitivo, acción cancerígena y violencia sorpresiva de la marihuana, dijo González.
Enfatizó que abajo debe venirse el mito de que es una droga blanda sin efectos determinantes de adicción y dependencia.
El consumo de drogas en Cuba no constituye un problema social, aunque ha aumentado en los últimos años. Las autoridades ejercen estricta vigilancia para evitar su entrada por puertos y aeropuertos, y es fuertemente castigada su venta y cultivo.
También las tropas guarda fronteras tratan de controlar los recalos, pacas de drogas que arriban a la costa norte de la isla, producto de la actividad de narcotráfico internacional entre Sudamérica y Estados Unidos.
Los medios, sobre todo la televisión, desarrolla una persistente campaña contra su consumo, y el ministerio de salud dispone de tratamientos gratuitos de desintoxicación.