Redacción/El Nacional

Un joven de 22 años de edad, en Rusia, planeaba matar a su familia para cobrar una herencia que sus padres le dejarían al morir; sin embargo, le contó a un amigo y este acudió a las autoridades para explicarles el plan de su amigo.

El amigo explicó que el sujeto quería contratar a un sicario para asesinar a sus padres. Un policía se hizo pasar por un asesino contactando al joven y este le comunicó la idea para cobrar la herencia.

Agentes les explicaron a los padres que deberían hacerse pasar por muertos, ya que su hijo había expuesto como estaba compuesta la casa: por donde entrar, cámaras de seguridad, etc.

Después de llevarse a cabo el plan, los elementos policiales capturaron al autor intelectual del asesinato. El sujeto hizo el pago de tres millones de rublos (53 mil dólares) hasta cobrar la herencia.

El joven ya había intentado atar a sus padres el mismo: la primera fue poniendo pastillas para envenenarlos y la segunda fue romper el termómetro del automóvil para que se intoxicaran con el mercurio.