Redacción/El Nacional

Durante su horario laboral un grupo de jornaleros que barbechaban un campo de algodón localizaron sin vida al niño autista que había desaparecido el pasado 21 de enero en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Autoridades ministeriales nunca descartaron la hipótesis de un homicidio en perjuicio del pequeño, por quien se ofreció una recompensa de 200 mil pesos a quien supiera el paradero del menor.

El cadáver con presumibles huellas de violencia, como algunos hematomas  fue localizado en un punto del campo algodonero y listo para la siembra, ubicado al final de la avenida Riberas del Bravo y a escasos metros de las márgenes del río Bravo.

Los restos se encontraban en estado de putrefacción, con la ropa con la que se fue reportada su desaparición.

“El 98 por ciento de los casos se resuelve con evidencias científicas y en este caso muchas fueron borradas. Los investigadores nunca suspendieron el rastreo, sino también al análisis de información e investigación de gabinete”, dijo Alejandro Ruvalcaba, vocero de la FGE.