Redacción/El Nacional

Tras su presentación en el Camp Nou, el zaguero colombiano se dijo feliz y halagó la humildad de Messi.

Tras firmar su nuevo contrato con el Barcelona, el colombiano Yerry Mina se enfundó por vez primera la camiseta azulgrana  ante ocho mil 552 aficionados culés, muchos de ellos de su país natal, que llenaron de ritmo la tribuna del Camp Nou.

El exjugador del Palmeiras, cuyo fichaje por la entidad catalana se anunció el pasado jueves, dio sus primeros toques en el tapete verde del estadio azulgrana ante una nutrida representación de la comunidad colombiana residente en Barcelona.

Su primer contacto con el césped del Camp Nou fue poco oxtodoxo. Fiel a uno de sus rituales, pisó el terreno de juego descalzo, santiguándose y señalando el cielo.

“Ahora quiero aportar mi granito de arena, quiero aprender mucho de mis compañeros”, añadió el defensa colombiano, tras firmar este sábado su contrato como jugador azulgrana hasta 2023.

Ya con las botas puestas, dio unos toques con el balón, compartió un rondo, el popular ejercicio de entrenamiento del Barcelona, junto a unos niños de las categorías inferiores y posó con el nuevo automóvil que le regaló uno de los patrocinadores de la entidad.