Más de 50 ciudades de Rusia se vieron afectadas durante el último día de 2017 por falsas amenazas de bomba, las cuales obligaron a la evacuación de cerca de 14 mil personas que se congregaron en distintos lugares para recibir el 2018.
“Se recibieron el 31 de diciembre llamadas anónimas con falsas alertas de bomba en 56 instalaciones de 53 ciudades, originando el desalojo de unas 14 mil personas”, se lee en un comunicado de la agencia rusa Sputnik.
Desde mediados de septiembre cuando se desató una ola de falsas amenazas de bomba en Rusia, casi 2.5 millones de personas tuvieron que ser evacuadas de unos tres mil 500 edificios e instalaciones de más de 180 ciudades de todo el país, según el Consejo de Seguridad ruso.
De acuerdo con el Ministerio ruso del Interior, la mayoría de las llamadas telefónicas alertando de bombas procedían de lugares en Siria bajo control del Estado Islámico (EI), así como de Turquía, Ucrania, Estados Unidos y Canadá.
El Presidente Vladimir Putin firmó ya una nueva ley en la que subraya que los autores del denominado “terrorismo telefónico”, el cual consiste en realizar falsas amenazas de bomba, ataques, incendios, etc, será castigado con hasta 10 años de prisión.