Foto: Alondra Juárez

Edgar Martínez/ El Nacional

El equipo de Tigres se coronó campeón del futbol mexicano al triunfar en cancha ajena por marcador de 2-1, remontando un marcador adverso y así conseguir su sexto título en su historia esto frente a su acérrimo rival, los Rayados del Monterrey.

La final comenzaría muy cardiaca pues fueron en los primeros minutos que los de casa ya llevaban ventaja a su favor.

Apenas al 2’, Rayados concretó la primer llegada del partido con un buen gol de Dorlan Pabón. El colombiano metió un derechazo con efecto de tres dedos, enviando la esférica a un costado del marco de Nahuel Guzmán poniendo en ventaja rápidamente a los locales que soñaban con levantar la copa.

La jugada fue trabajada desde la salida de la propia meta albiazul con un despeje de Nicolás Sánchez, el cual fue controlado de pecho por Funes Mori y que velozmente asistió para Pabón, siendo este el que realizó la anotación tempranera.

El partido comenzaba a tomar tintes auriazules con el dominio en la posesión del balón por parte de los Tigres; que poco a poco hacían acto de presencia en el duelo siendo un tiro centro de Aquino al 22’, la jugada que asustó al portero González.

El empate aparecía al 30’ con el tanto del chileno, Eduardo Vargas, que de primera intención pegó una pelota el pase del ‘Chaka’ a linderos del área enmudeciendo a un BBVA que no podía creer lo que sucedía.

El gol tuvo una colaboración absoluta del guardameta González, quien al momento del disparo del andino no pudo contenerlo, incrustándose en el costado de su marco.

Instantáneamente los felinos remontaron el marcador esto tras un tiro de esquina rematado por Meza, quien tuvo la dicha de jugar de titular luego de la lesión de Ayala. El defensor colombiano aprovechó una mala marcación albiazul en un córner, entrando solo y cabeceando en otra colaboración de Hugo, que timoratamente metió las manos al balón, esto al 34’.

El complemento inició con una baja sensible para los albiazules, siendo Basanta el que saldría por lesión dejando su lugar para la entrada de Fuentes, pero el momento anímico era de la visita que con la ventaja controlaba más la pelota, cerrando espacios a los delanteros del Monterrey.

Pasaba los minutos y el tiempo ya corría a favor de los dirigidos por Ferretti, creando una desesperación enorme en los Rayados que cada vez sentían la presión encima de ellos.

Al 53’, Pabón se ahogó en el grito de gol luego de un tiro libre, el cual fue cobrado por ‘Memín’ pero que pasó muy cerca del poste izquierdo de Guzmán.

De inmediato, un tiro de esquina a favor de Rayados casi culminaba en gol pero una atajada de Nahuel evitó el empate en el marcador, esto luego de un disparo en el área chica de Nico Sánchez.

El despertar del Monterrey parecía dar frutos dentro del campo pero no se veía concretado con el tanto del emparejamiento pues la figura ya era el cancerbero de Tigres, quien sacaba cada pelota que llegaba a su marco.

Lo que pudo cambiar el partido fue el penal de Avilés Hurtado, el cual fue fallado por el colombiano dejando ir la oportunidad de emparejar las cosas y enviarlas a tiempos extras.

La falta fue sancionada polémicamente por Fernando Guerrero, y es que el silbante decretó la pena máxima tras un supuesto empujón sobre el ‘Conejo’ Benítez, que dicho sea de paso el paraguayo entró en la segunda mitad en lugar del juvenil Jonathan González.

El sudamericano que durante todo el torneo fue el héroe del Monterrey se convirtió en el villano en el partido más importante del campeonato, y es que voló la pelota desde los once pasos y así desperdició una oportunidad importante de alargar el juego.

Lo anímico por el penal fallado pegó tanto en los Rayados, que terminó por desesperarlos, siendo Neri Cardozo una víctima de ello al hacerse expulsar al 93’, sentenciando así un campeonato más para los felinos quienes levantaban otra copa más en el mes de diciembre.

Fue así como Ferretti ganó su cuarto título como estratega felino (Aperturas 2011, 2015, 2016 y 2017), además, los Tigres se consagraron como el segundo equipo en campeonar dentro del ‘Gigante de Acero’ (Pachuca en el Clausura 2016).

Por su parte, Monterrey no pudo terminar una temporada de ensueño, pues de nada le sirvió ser el número uno defensivo, ofensivo, general, porcentual y contar con el campeón goleador si el objetivo principal no se cumplió, el levantar la copa.

Por otro lado, se especula que es el último título que el argentino naturalizado mexicano, Damián Álvarez,   levantó con la casaca auriazul ya que estaría colgando los tenis el término de la campaña.