Redacción/El Nacional

Protestas, cierre de carreteras, calles bloqueadas por concentraciones pacíficas, escuelas y oficinas públicas trabajando a mitad de rendimiento y la proliferación de carteles exigiendo la liberación de “los presos políticos”.

Tras la jornada de protestas convocada por la Asamblea Nacional Catalana  el movimiento independista catálan tiene actualmente a diez de sus principales líderes en la cárcel, entre ellos al vicepresidente cesado de la Generalitat y secretario general de Esquerra Republicana de Cataluña.

Precisamente para alzar la voz ante la ola de detenciones en el seno del movimiento separatista se convocó la huelga general que, a diferencia de la última que se llevó a cabo el pasado 3 de octubre para denunciar la represión que se registro durante el referendo del pasado 1 de octubre, ha tenido un seguimiento irregular.

El principal ámbito que ha tenido efecto en la huelga ha sido la enseñanza. Las escuelas públicas han abierto a medio gas ya que, aunque trabajan muchos profesores, la afluencia de alumnos ha sido bastante más reducida después de las advertencias de las direcciones de algunos colegios de que “no se podrá garantizar el horario lectivo, la dedicación adecuada al alumnado el habitual funcionamiento del centro, así como tampoco los diferentes servicios que ofrece el centro”.