Agencia/El Nacional
El ex gobernador de Florida Jeb Bush prometió arreglar a un Washington disfuncional al comenzar su campaña el lunes por la nominación republicana para las elecciones presidenciales del 2016, con un intento de despegarse de las sombras de los legados dejados en la Casa Blanca por su padre y su hermano.
Bush, de 62 años, busca destacarse en el abarrotado terreno republicano para la nominación presidencial para las elecciones de noviembre del 2016.
En un discurso en Miami en el que anunció su postulación, se presentó como una figura anti Washington con un espíritu dinámico.
“Sacaremos a Washington, la capital estática de este dinámico país, del negocio de causar problemas”, dijo Bush. “Sé que podemos arreglar esto. Porque lo he hecho”, agregó.
Bush realizó el anuncio en la Universidad Miami-Dade, una institución cuya población estudiantil multicultural fue elegida para enfatizar su compromiso con el intento de expandir el atractivo del Partido Republicano.
“No necesitamos otro presidente que solo tenga el cargo entre las élites consentidas de Washington. Necesitamos un presidente dispuesto a desafiar y desbaratar toda la cultura en nuestra capital”, agregó.
Al acto asistió su madre Barbara Bush, de 90 años. Los ex presidentes George H.W. Bush, su padre, y George W. Bush, su hermano, no concurrieron.
Ambos dejaron el cargo con bajos niveles de popularidad. El legado de su hermano es particularmente difícil por la invasión del 2003 a Irak y la crisis financiera que estalló hacia el final de su mandato.